No sirve
24 horas no alcanzan para arrepentirme de haber escapado.
Tendría que haberme quedado y ayudarlo.
Oía su llanto, pero no lo queria hacer, asique me tapé los oídos y sali corriendo hacia la vía.
Todavía, después de unas cuantas cuadras seguía retumbando ese sonido en mi cabeza.
Me justifiqué con el tiempo, que fugaz pasa y no puede desperdiciarse en los demás, me consolé con falacias que ni siquiera yo podía creermelas en última instancia, pero sin embargo seguía empapada de intranquilidad y remordimientos.
Decidí volver al lugar y ayudarlo, pero ya era demasiado tarde, sólo quedaron sus restos ensangrentados y un gato relamiendose.
Ese pichón esperaba a su madre que había sido asesinada por un proyectil proveniente de una gomera, y yo estaba al tanto de todo, pero el tiempo me ató las manos y la voluntad dejó que me las corte.
1 Comments:
Los duelos más dolorosos son "y si hubiera.."
El intento de redimirlo es al menos una distracción.
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